Tener estas o muchas otras mantequillas saborizadas en el congelador es una promesa de platos variados, sabrosos y originales. También son perfectas para poner ese toquecito final sobre un filete de carne, un pescado frito o un pollo a la plancha, transformando totalmente la personalidad del plato, dándole vida y tu toque particular. Pero ahí no terminan los encantos de este maravilloso ingrediente secreto. ¿Qué tal poner una cucharadita de mantequilla de pimientos rojos sobre unos vegetales salteados? ¿O terminar unos ravioles de queso en mantequilla de betarraga? ¿Una papa al horno con mantequilla de cilantro? Te aseguro que nadie sabrá qué es lo que les da a tus platos esos colores y sabores increíbles, elevando tu prestigio en la cocina a niveles insospechados. Y esto es solo el principio. Si te sientes insegura al hacer salsas, sigue la receta al pie de la letra y al final agrega una cucharada o más de una de estas mantequillas sazonadas. También te pueden servir para los canapés o para hacer sándwiches super originales. Igualmente en el arroz o en la pasta con mantequilla, que te quedarán muy sofisticados y con un delicioso sabor. Prueba estas recetas que, te aseguro, no tienen pierde. Congela toda la mantequilla que te sobre y úsala en otras recetas. Después vas a querer seguir experimentando y probando sabores nuevos porque, de verdad, son super fáciles de hacer. MAS + MENOS -
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