Los aguacates siempre me hacen recordar a los del tío de mi padre, Tío Aquiles. La primera vez que los probé fue en su casa en San Juan, Puerto Rico. Una de las cosas más maravillosas que él tenía, era su sentido del humor y todavía recuerdo un chiste que hizo sobre los aguacates. Fue poco después de que el presidente Nixon fuera impugnado. Un día, estábamos sentados en la mesa cenando, y él preguntó: “¿cómo se dice Watergate en español? ¡‘Agua-gate’!”
No importa si entiendes el chiste o no, hay una realidad que no se puede negar: los aguacates son deliciosos y yo recuerdo los que me comía de niña en Puerto Rico con un cariño especial. Eran dulces, suaves y maduros. Es difícil encontrarlos así en los Estados Unidos.
Debido a que es una fruta versátil, los aguacates son excelentes para hacer postres. Aquí te regalo una receta favorita y sencilla que de seguro impresionará a tus invitados, con el beneficio agregado de que ¡a tus hijos les fascinará!